9.7.11

música de cámara

Ayer fui a un concierto (bueno, fui a dos), y tomé conciencia de una nueva tipología de personaje que me hizo mucha gracia y me dio lástima, a la vez: los fotógrafos de concierto improvisados.
Bueno, a decir verdad, muy improvisados no son, porque cargar con la reflex digital toda la noche, requiere algún tipo de preparación previa.
Es comprensible: te compras tu cámara, estás tan contento, quieres darle uso y no hay duda de que un concierto es una buena situación para ponerla a prueba (humo, focos de colores, contrapicados, contraluces y personas gritando y moviéndose...). Cuando llegas allí, te das cuenta de que hay por lo menos media docena de personas que han pensado exactamente igual que tú. Asi que allí estáis todos, amortizando las nuevas tecnologías: subidos al escenario, paseando entre cables, ahora flexiono las rodillas, ahora las estiro.
Pero el fenómeno realmente interesante se produce cuando todos estos individuos con cara de extrema concentración y seriedad ("yo vengo aquí a hacer fotos") doblan en número a las personas que están tocando sobre el escenario. Ayer había por lo menos diez tíos con sus cámaras remoloneando por el escenario, frente a los cinco integrantes de la banda, y eso sin contar todos los espontáneos que vivían el evento a través de las pantallas de sus iPhones y BlackBerries... ¡¡ pero es que además había tíos grabando con cámaras de éstas !!
La primera fila antes se llenaba de fans alzando las manos. Ahora está llena de Canon EOS.
O últimamente voy a conciertos de gente muy famosa y no me he enterado, o he estado dormida cinco años, porque no entiendo nada. De todos modos, me parece que alguien debería explicarles que NO es agradable una cámara a 4cm de tu cara mientras estás tocando, por mucho primer plano estupendo que vaya a salir.
Señoras y señores, aprendan a compatibilizar sus artes.




Y éste es Peter Petrelli haciendo lo propio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...