A veces ocurre. Que escuchas una frase, que lees una página o ves una escena y es como si las palabras, la páginas o los actores estuviesen representando tu vida. Cómo te has sentido exactamente, todo lo que ha pasado por tu cabeza, quién eres ahora o cómo has sido antes.
Esto hace que me pregunte si no estaré tan mediatizada que, al final, he acabado por sentir y pensar como sienten y piensan las personas que leo, escucho y miro. Que al final, no haya nada nuevo, no vayas a sentir nada que no hayas visto ya antes.
Viene Meredith Grey con todo su melodrama y recita en voz en off, como el mesías, la Verdad única y absoluta, para todo los hombres de la tierra.
Y eso no consuela. Verte reflejada y pensar que a todo el mundo nos pasa. Que no importa que seas rica, vivir en Seattle, o ser cirujana y tener un novio perfecto, rico y atractivo, con un pelo fuerte que promete durarle muchos años (el pelo y el novio), porque al final el paciente muere, el amigo se va, el novio te deja, el embarazo se pierde o la diabetes llega.
No consuela, al fin y al cabo sólo soy una versión un poco más mediocre de ella, yo no vivo en Seattle.
Grey's Anatomy 7x22:
"Hay una razón por la que he dicho que estoy bien sola. No era porque pensase que sería feliz sola. Era porque pensaba que si amaba a alguien, y se acababa, no podría superarlo. Es más fácil estar solo. Porque, ¿y si te das cuenta de que necesitas amor, y después no lo tienes? ¿Qué pasa si te gusta y te apoyas en él? ¿Qué pasa si cambias tu vida en torno a ello, y después se derrumba? ¿Puedes sobrevivir a esa clase de dolor?
Perder el amor es como perder un órgano dañado. Es como morir. La única diferencia es que la muerte termina. ¿Esto? Puede durar para siempre."